Cuando comenzaron a fabricarse coches, los fabricantes se dieron cuenta de que las llantas arrojaban lodo hacia la parte de atrás donde estaban los ocupantes, esto lo resolvieron colocando una lámina en forma redonda que envolvía la parte superior de la rueda y así se resolvió el problema; A esta pieza la llamaron salpicadera por obvias razones. El vocho es uno de los pocos modelos que utiliza 4 guardafangos, uno por cada rueda y su diseño es crucial para la forma icónica del escarabajo. Además de evitar salpicar a la gente con lodo, estas también portan los faros y las calaveras necesarias para conducción nocturna, por último, son el medio por el cual los estribo pueden asirse a la carrocería; Como puedes ver son tan útiles como estéticas y es por eso que debes protegerlos contra las banquetas, baches y el peor de todos los enemigos, la oxidación. Si estas restaurando un vocho y este permaneció mucho tiempo a la intemperie, revisa muy bien el estado de la lámina y si notas mucha oxidación, lo recomendable es hacer un reemplazo, para que de nuevo parezca recién salido de la agencia.

• Requiere conocimientos básicos en carrocería para ser instalada.
• Lista para ser pintada al color de tu vehículo.
• El precio es por solo un guardafango.
• No aplica para modelos 1200.
• El calibre de este guardafango es 22, o lo que es lo mismo tiene 1 milímetro de grosor, parece muy poco, pero recuerda que esta pieza esta troquelada y ondulada en sus bordes, esto refuerza la estructura.
• No incluye tornillos, arandelas ni Vivos para su instalación.
• Si no la puedes cuadrar en su sitio o los agujeros no coinciden con los de la carrocería, lo más seguro es que se deba a una leve deformación de la lámina del coche, por eso, lo más recomendable es que sea un hojalatero quien la instale, ya que precisamente su trabajo es que la pieza encaje, reparando las imperfecciones.
• Este guardafango es de procedencia brasileña.